Montpelier

RAMON LLULL EN MONTPELIER

Ramon Llull recaló en Montpelier en varias ocasiones para visitar a Jaime II, rey de Mallorca, conde del Rosellón y la Cerdaña y señor de Montpelier, que tenía en esta ciudad su residencia habitual. Llull realizó su primer viaje a la ciudad en 1275 con el objetivo de pedir ayuda al entonces todavía príncipe para la construcción de un colegio de lenguas orientales en Miramar (Mallorca). En 1283 volvió a Montpelier, donde escribió el Ars demonstrativa y la parte principal de Blanquerna. En 1289 redactó, también en Montpelier, el Ars inventiva veritatis y se entrevistó con el ministro general de la orden franciscana, Ramón Jofré (o Gaufré), el cual al año siguiente otorgó a Llull el permiso para visitar los conventos franciscanos de Roma y de la Pulla (sudeste de Italia).

Volvió a instalarse en la ciudad provenzal entre octubre de 1303 y febrero de 1304. Fue entonces cuando escribió la Disputatio fidei et intellectus, tal vez recordando las todavía recientes discusiones de Chipre y Armenia Menor (1301-1302). Después de una escapada de un mes a Génova, redactó el Liber de ascenso et descensu intellectus y el Liber de fine, que finalizó en 1305. Desde mayo de 1308 hasta otoño de 1309 Llull se refugió de nuevo en Montpelier, donde regresó en mayo de 1312 para, en julio, viajar otra vez a su Mallorca natal. Su magisterio en Montpelier, ciudad universitaria, fue importante, aunque lo más impresionante fue el número de obras que llegó a escribir allí: nada menos que cuarenta.

MONTPELIER, ENTONCES Y AHORA

Montpelier es la capital del departamento del Hérau, en la región del Languedoc-Roussillon, al sur de Francia. Está situada a doce kilómetros de la costa. Su origen no es romano. Fue fundada entre los siglos VIII y X y adquirió una gran importancia comercial durante su vinculación histórica a la corona catalano-aragonesa (1204-1350). Fue la ciudad natal de Jaime I el Conquistador, que la consideró «la mejor ciudad del universo», y residencia habitual de su hijo Jaime II, rey de Mallorca. A partir del siglo XII Montpelier obtuvo gran renombre gracias al comercio de especies exóticas y por la elaboración de un vino especiado, el garhiofilatum. En 1382 la ciudad fue definitivamente incorporada a la corona francesa.

En la Edad Media Montpelier estaba rodeada de unas sólidas murallas que el cardenal Richelieu (1585-1642) mandó derruir. De aquél recinto medieval se conservan la torre de los Pinos (siglos XII-XIV) y la de la Babota (siglo XIV). La catedral de Saint-Pierre (siglo XIV) presenta dos torres características. La universidad de Montpelier, fundada en el año 1220, es una de las más antiguas de Francia (especialmente su facultad de Medicina) y acogía a sabios de todas las confesiones; por ella pasaron Nostradamus, François Rabelais, Arnau de Vilanova y el propio Ramon Llull.